Aunque la declaración anual para las empresas es hasta marzo, es buen momento para preparar tu cierre fiscal y adelantes para disfrutar del fin de año.
Empieza la cuenta regresiva para el fin de año, las fiestas de la oficina, el ponche y el descanso que invariablemente todos queremos, para pasar tiempo con la familia, descansar y arrancar el nuevo año con mucha energía. Pero antes de que rompan la piñata, es un buen momento para que prepares tu cierre fiscal y le des seguimiento a todos los temas que tienes pendientes, desde facturas no cobradas hasta una revisión de lo que harás para mejorar tu contabilidad el siguiente año.
Lo primero que deberás de hacer es una lista de temas pendientes. Este checklist te dará una idea, pero puedes agregar aquellas tareas que te hagan falta:
- Revisar las cuentas por cobrar facturadas y darle seguimiento a los clientes.
- Revisar las cuentas por pagar y programar su pago.
- Tener un balance contable listo y actualizado hasta este momento.
- Saber qué gastos internos están pendientes de pago: viáticos, reembolsos, etc.
- Programar el pago de aguinaldos y tenerlos claros en el balance fiscal.
- Generar facturas con anticipación para que puedan ser pagadas dentro de este año fiscal.
Muchas empresas hacen cierre fiscal por lo menos dos semanas antes del fin de año, para que no se tengan que hacer pagos o documentación en la última semana, que suele estar más bien llena de comida y abrazos familiares.
Además, puedes aprovechar la época para hacer un “corte de caja” de lo que sucedió en el año, analizar qué funcionó para tu empresa, qué no funcionó, reorganizar la estrategia del siguiente año e incluso encontrar alguna herramienta que te ayude a tener un mejor 2023.
Es bueno momento para analizar qué procesos estás haciendo correctamente y en dónde están las áreas de oportunidad de tu empresa, investigar qué herramientas y estrategias puedes implementar el siguiente año y arrancar el año con procesos automatizados, nuevas estructuras y formas de trabajo y una estrategia fiscal mucho mejor planteada.
No olvides escuchar a tus colaboradores, quienes están al frente de la operación día a día. Seguramente tendrán algunas propuestas que hacerte para mejorar la forma en la que trabajan pues son ellos quienes tienen el verdadero pulso de lo que sucede en cada una de sus áreas.